miércoles, 30 de marzo de 2016

Bosques y Camino de los Arrieros del Valle de Ambroz

                             


Enlazar estas dos espacios naturales situados al norte de la provincia de Cáceres nos permite recorrer diferentes ecosistemas, alternando zonas de alta montaña con praderas y manchas boscosas de robles y castaños, así como comunicaciones con historia, viejos caminos y senderos con la línea de ferrocarril paralela a la vía de la Plata, hoy en desuso, pero de gran importancia para el desarrollo de la zona en el siglo XX.
Esta historia de contrastes no impide que podamos sumergirnos en la umbría de sus bosques para disfrutar con todos los sentidos con la sola interferencia humana de nuestro grupo de senderistas. Porque en todo momento nos acompaña la sensación de que parece que el tiempo se ha detenido para siempre en estos remotos rincones. Las elevadas precipitaciones y la diferencia de altitud permite una gran diversidad de formaciones vegetales.
         La propuesta del club senderista Camino y Jara comprendía un total de 18 kilómetros para unir las poblaciones de Hervás, La Garganta y Baños de Montemayor a través de estos valles, aunque existen posibilidades de enlazar con otras rutas. La primera parte del recorrido discurre por el sendero del bosque de Ambroz que está marcado con pintura amarilla y blanca y es uno de los más transitados. Tras abandonar Hervás por su puente romano y superar varios más bajo la carretera y la vía ferroviaria hay que continuar por un cordel de ganado que discurre por el valle paralelo a sus arroyos. Este antiguo camino de herradura está rodeado de un bosque de galería y cuenta con toda la vegetación de ribera. Uno de los lugares más húmedos en el que el color verde de musgos, líquenes y flores silvestres invade todo el entorno.
Tras atravesar el arroyo por el fotogénico puente de Candeleda iniciamos un ascenso de casi 4 kilómetros hasta la ermita de San Gregorio que marca la cota más alta y el ecuador de la ruta. El día nublado y la espesa niebla nos impide ver la perspectiva de la Sierra de Béjar. El viento y la lluvia hacen acto de presencia, por lo que la parada tuvo que ser breve. Iniciamos, pues, el descenso hasta el municipio de La Garganta, donde hay que tomar la carretera para conectar con el Camino de los Arrieros, de unos 5 kilómetros y empedrado en parte, en dirección a Baños de Montemayor. Se trata de la antigua conexión entre estas localidades que se utilizaba para el transporte de mercancías a lomos de mulas. Un auténtico bosque mixto salpicado de muchas espacies para hacer las delicias de cualquier amante de la naturaleza. La llegada a la ciudad balnearia marca el final de la ruta.